Cineclub Cine de Animación

Siguiendo con la tradición de programar cine de animación en La Enredadera, reiniciamos nuestra andadura, suavemente, con un puñado de obras maestras de distintos formatos y propuestas artísticas. Todas, de metraje medio o decididamente corto.
El jueves 28 de agosto arrancamos con dos irrepetibles historias: El hombre que plantaba árboles y El viejo y el mar. Ambas de tremenda belleza y soportadas en un alarde de técnica y buen gusto, serán secundadas por La vaca, otra apuesta estética de menor metraje y sorprendente contenido.
El martes 2 de septiembre nos encontramos con una adaptación en stop motion de Pedro y el lobo y con la hermosa narración de trazo clásico El niño, el topo y el caballo. Los acompaña la más breve y aclamada La maison en petits cubes.
Para el jueves 4 tenemos reservada una auténtica explosión de cortos premiados en múltiples festivales o con arrollador reconocimiento de la crítica. Pequeñas obras de arte de diferentes formatos, con múltiples miradas y representando lo mejor y más variado de este cine nunca suficientemente reconocido. Estarán en nuestro espacio El empleo, Orgesticulanismus, Bestia, Loop, Oddity, The kite, If anything happens I love you y Negative space.
Todos los días, a las 20:00 en vuestro espacio de la calle Cimbrón, 1. Para comprobar que sí, que lo breve puede ser dos veces bueno. Todo de entrada libre y gratuita, por supuesto.

CINECLUB

El martes 12 de agosto, a las 20:30 proyectamos los 6 mini capítulos de «Cortar por la línea de puntos», una serie protagonizada por el dibujante Zerocalcare a través de un alter ego (por otro lado, el armadillo representa su subconsciente).​ La obra es una comedia dramática donde Zero cuenta distintas historias desde un punto de vista crítico, que abordan aspectos como la complejidad de la vida adulta, la falta de oportunidades, la sensación de fracaso vital o la inseguridad emocional que experimenta casi cualquier joven entre inestables relaciones amorosas y trabajos ingratos. Entre todas esas historias Zero profundiza en su relación con Alice. Cortar por la línea de puntos es el retrato de una juventud tardía que mantiene en perfecto equilibrio la comedia, la agonía vital y los mazazos al corazón, merece toda vuestra atención. Durante los 18 minutos de cada episodio, esta serie quiere mantenerte clavado a la pantalla, manejando la narrativa con maestría y avasallando con reflexiones y chistes, entre el punk y la desolación vital de la generación X y los millennial. Los personajes están tan bien construidos y el retrato de su vida es tan certero que el más mínimo traspiés va a hacer que lo sientas como propio. Un dibujo diferente al que estamos acostumbrados a ver, casi fanzinero, un ritmo que va del pasado al presente a toda velocidad con mil referencias aquí y allí, y cuyas piezas del puzle confluyen en un final arrebatador.