En el cineclub de La Enredadera, la semana que viene, intentaremos imaginar a Pinochet como un vampiro (martes 21, El Conde, de Pablo Larraín) y asistiremos, el miércoles 22, al entierro de Stalin (La muerte de Stalin, Armando Iannucci). Más sátira (muy cruda, es cierto), imposible. Las dos convocatorias, a las 19:30, para no volver tarde a casa, a salvo de monstruos…




